Es una vibración que me hace:
- Vivir en paz
- Estar en quietud
- Disfrutar del delicioso silencio que descansa mi mente
- Vibrar "lo mejor de mí"
- Celebrar mi existencia
- Vivir en el presente
El arte de la simpleza no es una técnica, es una experiencia más allá de las palabras.
Es real para muchos y es posible para cada uno de nosotros.
En un grupo, si una persona conecta con esa bella vibración de quietud y paz inamovible, esa frecuencia permea la sesión y todos participamos de esa experiencia profunda.
Es profunda porque es simple.
Es una vibracion,
una frecuencia
Una aventura hacia la simpleza interior.
No es fácil ponerlo en palabras.
Es una experiencia espiritual cuyo valor está en vivirla más que en entenderla.
El Arte de la Simpleza es la habilidad que tenemos todos los seres de "desvestirnos" de nuestras cargas personales y reposar a niveles profundos.
Resolvemos las situaciones de vida de forma que ellas nos dejen de estorbar.
Podemos recordar el pasado y pensar en el futuro pero no nos quita la paz interior.
Nuestra vida es un flujo constante de oportunidades para ir sanando.
Las vivencias del presente no van dejando cargas acumuladas. Todo va quedando deliciosamente resuelto.
Paz inamovible: la que no depende de las circunstancias.
Si me salgo de ese centro y pierdo la paz no pasa nada malo. Sencillamente comienzo a simplificar mi momento presente de una forma pacífica y tranquila y regreso a mi estado de reposo.
En esto consiste el Arte de la Simpleza.
Juan camina con el Maestro
Caminaban Juan y el maestro por un sendero hermoso con la intención de meditar y disfrutar mas profundamente del silencio y paz interior, pero Juan estaba muy distraído tratando de darle sentido a sus sentimientos y pensamientos.
"¿Cómo puedo provocar una mayor conciencia y despertar? Tengo que dejar de pensar y estar en silencio! ¿Por qué es tan difícil alcanzar el estado expandido?"
"Juan", dijo el maestro mientras le miraba a los ojos, "¿Cuántos pasos has tomado desde el principio de nuestro paseo?"
"Yo no sé, yo no cuento mis pasos cuando camino," dijo Juan.
Sonrió el maestro y le respondió: "Sin embargo, has estado caminando perfectamente todo este tiempo a mi lado. Tienes razón en tu respuesta pues usualmente caminamos sin pensar en ello. De la misma forma que es un poco extraño contar los pasos mientras caminas así es tratar de descifrar la vida mientras vives. "
"Bien podrías simplemente caminar, bien podrías simplemente vivir."
Queriendo entender mejor lo que su querido maestro decía Juan le expuso su inquietud:
"Pero no tengo otra forma de intentarlo, mi mente busca entender."
El maestro entendió que esta era una oportunidad perfecta y le respondió:
"El arte de la simpleza está en tomar conciencia de tu existencia y sentirte profundamente completo y satisfecho. El misterio que la mente intenta descifrar no sería realmente un misterio espiritual si la mente pudiera descifrarlo".
"Mi querido amigo, cuando renunciamos en paz a querer entenderlo entonces se nos revela la sabiduría espiritual y es ahí donde aprende la mente."