Viviendo sin pesos encima
¡Qué rico! Que delicia! Que libertad me da el saber que no me las puedo tirar de ser nadie importante!
Me he ido desnudando de todas esas mascaras sociales y personales, me he ido desatando de esas ideas que tengo de mi mismo, las que me hacen sentir bien o mal, todas!
Decidí no atarme a ningún título o certificado. Elegí no participar en el juego del enmarcamiento, o sea decidí no enmarcarme o enmarcar.
Debido a esa decisión hoy soy más libre que antes.
Hoy día cuando practico el Arte de la Simpleza entro en ese estado donde no importa si tengo un nombre, no importa si tengo titulos, certificados o logros o errores. Si me preguntas, ¿qué eres? ¿Quién sos? ¡La verdad es que me encanta responder no soy nada! Se siente tan absolutamente delicioso quitarse esos pesos de encima.
Seré lo que se necesita para el momento y luego volveré a ser nada. ¡Qué delicia!
¡Qué liberación es poder abolir creencias que te hacen sentir bien o mal! Esa condición ya no existe en ese ámbito y ya no importan las apariencias, ni los deberes, ni las metas, ni las máscaras sociales, ni el temor a las opiniones de los demás, ni a lo que creo sobre mí mismo. Puedo ser serio si lo necesito; puedo reír sin motivo alguno; se desvanece la percepción del drama, y los diferentes sujetos con sus historias ya no se enganchan a mi momento, porque no hay nada a que engancharse.
En otras palabras, estoy viviendo sin pesos encima mío y lo mismo puedes hacer tu!
Son momentos especiales que nos reglalamos a nosotros mismos y recargamos baterias para luego seguir en el drama de la vida.