top of page

Zen y las Reglas del Juego

"Lo que no tiene sustancia

entra en donde no hay espacio.
Esto demuestra el valor de la no-acción.
Enseñando sin palabras,
realizando sin acciones:
es el camino del Maestro ".
Tao Te Ching

 

Algo curioso me ha sucedido, una de esas cosas que dices “¡Qué casualidad!"



Pero, no hay casualidades.

Resulta que dos situaciones de mi vida se juntaron para darle forma a una linda lección.

Desde niño he luchado contra la dislexia, cambio números y algunas letras de lugar. Por ejemplo, veo un número escrito en una hoja y marco el teléfono y me sale otra persona. ¿Lo copie mal? ¡Probablemente!, pero lo más probable es que también lo escribí mal cuando me lo dieron. Las reglas ortográficas del español las paso al inglés y viceversa.

Antes era una lucha ahora es muy divertido. Hace como dos meses comencé un pequeño juego.

Al ir a un parqueo tengo que dar mi número de placa y siempre tengo que devolverme a ver cómo era.

¿Exagerado? No lo es, me ha pasado durante años.

Pensé que sería grandioso para mí si tuviera lo que concidero la placa perfecta. Sería algo así como 123456 o 202303, 607080, pero ahora las placas en Costa Rica llevan tres letras y 3 números lo cual sería doble confusión para mí por lo que mi placa la escogería como BCR777 o ABC789.
 

Comencé mi juego de buscar las placas perfectas y poco a poco generé un sistema de puntos hasta encontrar la placa perfecta de bus, taxi, carro, camión etc. Comencé a disfrutar las presas mientras evaluaba todas las placas que veía.

Por otro lado, hace 2 semanas me nació el deseo de tener una forma original de expresar el estado Zen, así que me abrí a la posibilidad y un día el Universo confabuló mientras yo manejaba en San José.

Esto fue lo que pasó:

Levaba como 3 o 4 semanas buscando la placa perfecta mientras paraba en los semáforos o en los parqueos y un buen día la vi en la calle ancha de Alajuela.

¡LA PLACA PERFECTA!   331133

Pegue un grito de alegría y lo celebre a lo grande. Me sentí bien, pero ahora quería ver la placa perfecta con tres letras y tres números. Esa misma semana vi la perfecta de Taxi TA800 y también  encontré la del camión 206706.

A los días encontré la que buscaba justo en el parqueo del lugar donde doy charlas del Arte de la Simpleza .
 

 

¡Creí que había encontrado todas las que buscaba hasta que se abrió el telón del espíritu y llego el Zen!
¡Justo cuando ya no buscaba placas vino a mí la situación perfecta!


Estuve detrás de este carro durante muchos minutos en el centro de San José y no pude más que quedarme en silencio y sonreír. Lo entendí perfectamente.

 

¡El Zen no juega con las mismas reglas, ni siquiera juega!

En el momento que dejas ir las reglas del juego se te revela.


Mientras buscaba placas yo me la pasaba poniendo atención y evaluando y juzgando, aunque era divertido la verdad es que mi mente pasaba bastante activa.

Si me preguntara cual es la placa Zen (la que me provocara la mayor paz) entonces mi sentido común buscaría la más simple, por ejemplo la 000000, pero sigue siendo una actividad de la mente. Sigue siendo un concepto lleno de carga y juicio, y sigue siendo un número.

Iba detras de ese carro sin placas y no tuve ningún punto de partida ni tampoco ningún punto de llegada.

No podía generar comparaciones ni participar en ningún elemento de juicio. Simplemente entró el estado Zen y provocó el silencio haciendo que el juego antes mencionado no existiera más en mi mente.

No quedaban residuos de carga emocional o intelectual sencillamente entré en neutro. Entré en paz con respecto a la búsqueda.

¡La -no placa- en el marco del juego es Zen!

bottom of page