Uniendo Corazones
Una niña de pelo hermoso y largo estaba frustrada tratando de cepillárselo. En su frustración irritaba a otros miembros del hogar.
Era una proeza inconquistable a lo que a ella se refiere. Cada vez era más evidente que estaba perdiendo y alejándose de lo que necesitaba para superar "la montaña".
Su padre estaba mirando con ternura y sin decir palabra comenzó a acariciar su cara y manos, poco a poco tomó el cepillo y comenzó a trabajar en la maraña!
"Había una vez una oruga que amaba a su árbol", comenzó. "Las hojas eran frescas y abundantes ..."
Le explico a su hija acerca de la capacidad de la oruga para hacer la seda, y con ello, crear lo que parece un caos de hilos enredados.
Hizo especial hincapié en la maravillosa transformación que experimentó luego la oruga convirtiéndose en una hermosa mariposa.
Le contaba como luchó fuertemente para salir del capullo y con detalles encantadores mantuvo a su hija cautiva narrándole como la mariposa era ahora libre para volar y disfrutar de una nueva vida.
Habiendo terminado de cepillar el pelo la abrazó con fuerza, mientras la sentaba en su regazo. Allí permanecieron juntos, disfrutando de la vibración del profundo silencio interior.
No hubo necesidad de regañarla o sermonearla, no hubo luchas verbales ni emocionales, sólo compartieron la vibración correcta y la unidad entre corazones era real. Fue una valiosa lección para la vida.
La unión fue profunda!
Puede que no tengamos el tiempo para actuar así siempre pero cuando se puede vale la pena.
¿No es esto mucho de lo que se trata la vida?